jueves, 23 de julio de 2009

Después de Cobos, ¿tal vez una esperanza?



No voy ha hablar del vicepresidente Cobos en lo personal, porque no he estudiado su trayectoria y entonces,hacerlo sería una imprudencia más de las tantas que se producen en la Argentina.
Si voy a hablar de lo que provocó o puede provocar su actitud de desempatar la igualdad de la votación en la cámara alta, votando en contra de la posición oficialista.
¿Que vieron mis ojos de ciudadano? Vieron a un hombre en una instancia dramática, preocupado, por la situación en que lo habían colocado sus pares- algunos de los cuales según se dice habían realizado un magnífico negocio acatando los deseos oficialistas - Era obvio que no quería la responsabilidad de decidir, pero también era obvio que de hacerlo, lo haría según sus convicciones.
Intentó escapar, pidiendo un cuarto intermedio, pero le fue denegado. Entonces votó, no sin antes pedirle a la presidenta de la nación que lo comprenda, bosquejando excusas -innecesarias ante una convicción- y aclarando que el quiere seguir siendo el vicepresidente. Y su voto fue en contra de la posición oficialista, y al hacerlo evidenció su miedo, con sus palabras vacilantes, temblorosas.
Ahora -a mi- ciudadano de la nación que no delibero ni gobierno sino a través de mis representantes, esto ¿me sirve?
Si Cobos actuó impulsado por su honestidad y su amor a la nación; me sirve. Y si actuó -premeditadamente- pensando en su futuro-ya que ahora puede verse presidenciable- también me sirve; porque me demuestra que sabe buscar sus objetivos a través de la inteligencia política. Y eso sería implantar en el sistema-con el ejemplo- una acción democrática válida y no los manejos de patota demagógica sin uniforme que viene mostrando la democracia, cual si fueran un contubernio de mafiosos de baja calaña que solo saben conseguir sus objetivos comprando con dinero espurio -porque no es de ellos-, pegando o amenazando con sus alimentadas patotas marginales, o mintiéndole el pasado y el presente a las nuevas generaciones a quienes mantienen deliberadamente en un contexto intelectual "domesticado" que resulta mucho peor que la total ignorancia.
En fin: En nombre de mi país, muchas gracias vicepresidente Cobos, me abrió usted una puerta. Y acaso para cerrar, sea bueno repetir las palabras de la senadora oficialista por la provincia de La Rioja, Teresita Quintela al emitir su voto:
"La mejor forma de acompañar a este gobierno es votar negativamente por el proyecto de ley. Mi voto no es a favor de la oposición sino que es un voto constructivo para que no se apliquen este tipo de medidas, que las cosas se hagan como corresponde"
¿Algo esta cambiando en la democracia argentina? Quiero creer que sí
-es mi esperanza-.

Pedro Lapido Estran.
Poeta y escritor Argentino
Director/Web Master de www.elarcadeple.com o www.pedrolapidoestran.com

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